viernes, 16 de mayo de 2014

Crónica de un "cientounero" especial.

Después de un largo parón en la actividad de este blog debido a determinadas circunstancias que nos van saliendo al paso,  hoy quiero retomar el camino abandonado; un camino que puede resultar muy interesante para algunos,  e inútil para otros, y que tratará de expresar las distintas emociones que algunos sentimos cuando corremos, que trata de plasmar en un medio físico, como puede ser el papel o la pantalla de un ordenador, los pensamientos y experiencias que vivimos antes, durante y después de la carrera, de los entrenos, de salidas o competiciones; las charlas con los compañeros, los proyectos de futuro, las relaciones familiares, las filias y las fobias, los sacrificios y las  recompensas que vivimos alrededor de lo que perfectamente se puede llamar "una forma de vida".

Y en esta ocasión lo  hago animado por un tema muy  especial, y digo especial por la temática en sí y por el protagonista en cuestión que ocupa estas líneas.
Cuando Juan Alfonso me envió por mail la crónica que había escrito de "sus 101 KM de Ronda" sentí una punzada de ansiedad dentro de mí, me encantan este tipo de relatos porque desnudan el alma de quien los escribe.
De todos es sabido que los 101 KM no es una carrera cualquiera y el grado de implicación del corredor con la misma supone mucho más que entrenarla, correrla y terminarla; esta prueba conlleva unas emociones, unas vivencias personales y sociales mucho más intensas que cualquiera otra.
Comencé a leerla como un niño pequeño al que regalan su primer libro y no puede hacer otra cosa que leer y leer hasta que lo termina: emoción, cada uno de los párrafos está lleno de emoción, de sinceridad en estado puro. Al leerla me he sentido  identificado con muchas de las vivencias que se relatan, he tenido sentimientos de  fascinación por la gesta que supone emprender una carrera como ésta, empatía por el sufrimiento acumulado tras los kilómetros, comprensión por las decisiones que se toman, se me han empañado varias veces los ojos al imaginar a los compañeros y amigos peleando contra ellos mismos,( Loren, Dani, Nono, Almagro, Ernesto, Salva, Antonio Jesús y otros muchos) contra el cansancio, contra la rabia, he sentido alegría y euforia por la victoria... pero sobre todo he sentido ADMIRACIÓN por todos y cada uno de ellos.
Os recomiendo que la leáis con tranquilidad, seguramente muchos de los que ya habéis hecho los 101 os sintáis identificados en algunos momentos; para los que no la hayáis corrido quizá pueda ser la mecha que encienda el "sentimiento cientounero".


Una crónica escrita con el corazón, el alma y las piernas de Juan Alfonso, una persona a la que admiro por distintos motivos, que vive el running de forma tranquila y apasionada (nada fácil), con una humildad fuera de lo común y una gran fortaleza interior; un diesel al que puedes echarle muuuuchos kilómetros... en el camino nos encontraremos.
Juan, a pesar del título de tu crónica, no eres un marchador cualquiera, eres un cientounero especial... y lo sabes.

Crónica 101 KM Ronda 2014, por Juan Alfonso Márquez Ortega




2 comentarios:

  1. ¿Qué quieres que te diga?, Javi. A mi también se me han saltado los lágrimas leyendo tu palabras. Gracias, amigo.

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  2. La crónica es preciosa , emotiva y sobre todo real y descriptiva.Esta hecha con el corazón en la manoEscrito por una persona que ama este deporte y que por encima de pruebas y carreras siempre antepone la amistad .
    Este espectacular relato no podía tener un prólogo mejor . Javi has hecho una entrada muy bonita , como ha esta bonita literatura le añadas FOTACAS de las tuyas
    este blog va ser un grandioso espectáculo .
    No olvidar que si queréis un corredor para equipo de running , sería un placer volver a correr con ustedes.
    Un abrazo a los dos .

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